¿Te comunicas con tus hijos? Después de leer te invito que veas el vídeo aquí publicado!
Efesios 6/4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Como padres, siempre queremos y buscamos
lo que consideramos mejor para nuestros hijos, sin embargo en esa intención
cometemos errores a veces irreversibles. Algunos padres por ejemplo solamente
corrigen a sus hijos cuando hacen algo malo pero no toman un tiempo para
instruirle, explicar y además ser ejemplo para que hagan lo correcto. Hay
padres que crían hijos superficialmente y
sujetos, caen en ofrecer materialmente
todo, pero la calidad de tiempo que
ofrecen es mínima.
El hijo en formación espera que
lo guíen y sostengan, que le den amor y le amonesten, que le consientan y le reprendan, eso los hace importantes. Nuestro
deber es ayudar al hijo a aprender a evitar los muchos peligros en este mundo. Advertirles
de cómo escapar de los mismos y qué aprender en el proceso. Pero, la manera como
comunicamos estas advertencias es una parte de la clave para que sean tomadas o no, la
otra parte es entregarlos en las manos capacitadas y amorosas de Dios.
Los gritos y la imposición violenta de nuestra opinión van a impedir que la las amonestaciones sean efectivas. Es indispensable escucharle y entender el estado de su corazón antes de corregirlo. Cada niño tiene su ritmo, sus talentos, sus habilidades, sus pasiones, sus sueños. Y la única manera de arientarlos con sabiduría es basados en la biblia. No dejes que crezcan sin saber que los amas demostrándolo con acciones, con apoyo, con tiempo, y que se den cuenta que nuestras preocupaciones son sincera. Ellos son importantes por el hecho de SER ELLOS MISMOS. La oración y la palabra serán nuestro manual para que cada paso adelante con nuestros hijos sean en aras de cumplir con el propósito de Dios y no nuestra voluntad. Todos los días ellos deben saber que los amamos, y confiamos en sus talentos porque están en manos de Dios.
Los gritos y la imposición violenta de nuestra opinión van a impedir que la las amonestaciones sean efectivas. Es indispensable escucharle y entender el estado de su corazón antes de corregirlo. Cada niño tiene su ritmo, sus talentos, sus habilidades, sus pasiones, sus sueños. Y la única manera de arientarlos con sabiduría es basados en la biblia. No dejes que crezcan sin saber que los amas demostrándolo con acciones, con apoyo, con tiempo, y que se den cuenta que nuestras preocupaciones son sincera. Ellos son importantes por el hecho de SER ELLOS MISMOS. La oración y la palabra serán nuestro manual para que cada paso adelante con nuestros hijos sean en aras de cumplir con el propósito de Dios y no nuestra voluntad. Todos los días ellos deben saber que los amamos, y confiamos en sus talentos porque están en manos de Dios.
Por: Paula Andrea Vega
Para: levantatusmanos.blogspot.com
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